lunes, 10 de febrero de 2020

CYMBIDIUM



     En los invernaderos y salones victorianos, estas orquídeas eran lo mas. Los grandes recipientes de porcelana en que se alojaban sus matas rebosantes de esbeltos tallos florales, hacían honor a sus origen en los Himalayas y las zonas altas del Lejano Oriente. Más de cien años después, las elegantes cybidiums siguen imbatibles, no solo por su belleza y abundancia de flores, sino también por su inusualmente largo periodo de floración, de mayo a octubre.

La imagen puede contener: planta, flor, naturaleza y exterior
Cymbidium sp.
     Las abundantes flores de las cymbidiums lucen toda su belleza desde mediados de la primavera entre manojos de suaves hojas verdes, largas y acintadas. Surgen a lo largo de  esbeltas varas y son muy duraderas; entre seis y doce semanas si se les proporcionan los cuidados adecuados.

     El genero Cymbidium agrupa más de 50 especies y cientos de híbridos de gran valor ornamental. Las plantas pueden alcanzar entre 25 y 120 centímetros de altura y entre 30 y 90 centímetros de diámetro. Por lo general se suelen usar como plantas de interior, pero en las áreas libres de heladas,se pueden cultivar en jardines y terrazas. A pesar de su apariencia exótica son capaces de resistir cierto grado de sequedad ambiental y temperaturas más bajas que otras orquídeas.

     Los cymbidiums crecen muy lentamente; tardan unos cinco años en alcanzar el tamaño necesario para empezar a florecer, lo que las hace muy fuertes y valiosas. La hojas y tallos florales surgen de pseudobulbos. Sus raíces son terrestres y disponen de cepellón. 

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Cymbidium sp.
     Necesitan mucha luz, pero siempre indirecta. Lo ideal es situarlas en una orientación sur durante el otoño y el invierno, y este el resto del año. Si las hojas se ven muy oscuras significa que les falta luz si el color es amarillento, les sobra, lo normal es que sean de color verde claro.

     Viven bien dentro de casa en espacios no calefactados, o en invernadero templado. Durante el verano y el otoño deben disfrutar de 24-29º durante el día y 10-15º por la noche; durante el invierno, de 18-24º y 7-12º respectivamente. En primavera, una vez que ha desaparecido el riesgo de heladas, y ha cesado la floración, conviene sacarlas al exterior, a un sitio luminoso pero fuera del sol directo, para que perciban la diferencia de temperatura entre el día y la noche, caso contrario no reflorecerán en otoño. Se debe esperar a que las flores se abran para devolver las plantas a los ambientes de interior.

     No les gusta quedarse totalmente secas. Lo mejor es regarlas por inmersión durante media hora y a continuación dejar que el agua escurra bien para que no se empoce en el fondo del tiesto. Precisaran más riego en primavera-verano ( una vez a la semana, aunque dependerá de la temperatura y la sequedad ambiental ). que es cuando inician su época de crecimiento, surgen los nuevos pseudobulbos y empiezan a formarse las varas, y menos cantidad desde septiembre, cuando ya han engrosado y las flores van a empezar a abrirse. En verano conviene pulverizarlas con agua.

     Durante el periodo de crecimiento se recomienda proporcionarles una abono NPK 20-20-20 con microelementos o especial para orquídeas.

     Les gusta vivir en un maceta donde sientan estrechez. Solo cuando lo necesitan, suele ser cada dos o tres años, porque  han colmatado el recipiente y agotado el sustrato se deben cambiar de tiento, siempre al acabar la floración. Y podemos aprovechar para dividir las mata en grupos de tres o cinco pseudobulbos.

Fuente:Verdeesvida

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